martes, 18 de agosto de 2015

Encontré mi llanto

            En la lluvia de noviembre
Encontré mi llanto,
En la soledad de un grafiti
De algún edificio del extrarradio.

En los vidriosos ojos de una anciana,
En los rítmicos movimientos
De un hombre con Parkinson,
En la espuma de una taza de café  vacía.

En el rugir de la mar bravía,
En las desgastadas maderas de las vías de un tren,
En un rojizo atardecer ventoso,
En el silencioso y monótono movimiento
De las velas en la noche de los difuntos.

Encontré mi llanto en el vapor
Que vomita una alcantarilla
En el barrio de Whitechapel,
En los furiosos picotazos de los gallos de pelea,
En las amarillentas páginas de un viejo diccionario,
En los gruesos labios de una prostituta mulata,
En el olor a orín de las tabernas,
En el suave balanceo de los barcos
Atracados en un puerto.

Encontré mi llanto en los sin papeles
Que esperan una jornada de trabajo,
en la profusa barba de un sin techo,
en la densa niebla del cielo de Pekín,
la encontré en lo más profundo de mi ser,
en lo más profundo de mis átomos.

Todos los derechos reservados©. Diego Torres 2015